jueves, 20 de enero de 2011

ARTICULO HISTORICO DESDE NUEVA JERSEY




Veganos que llegan a San Pedro de Macorís: 1946, Memorias
Jorge A Jorge Batista
03/29/2008

San Pedro de Macorís
"En el Macorís de los 40, encontramos una ciudad esplendorosa, limpia, de gente brillante y amistosa; recogimos por primera vez los caracoles y uvas de sus playas, y escuchamos el crujir abrumador de sus olas."
Carteret, Nueva Jersey. (Atanay.Com).-A nuestra llegada a la Sultana del Este de aquel entonces -cosmopolita, urbana, de gente abierta y acogedora-, el macorisano nos abrió las puertas, haciendo con ello, nuestra fácil y feliz adaptación

En fin, "Un trasplante exitoso". Para esa fecha, apenas se alcanzaba a ver la colita de lo que fue "El Macorís de la Tacita de Oro" y "La Danza de los Millones". El Macorís de grandes escritores, músicos y poetas. Todavía no se contemplaba el éxodo de sus hijos hacia otros lares hicimos grandes amigos que son como hermanos. Echamos verdaderas raíces.

Factor determinante que no podemos dejar de mencionar, y que jugó un papel importante en nuestra transición, fue que antes de los años 40, nuestras dos tías Fredy Alonzo y Ovidia Batista, ya habían asentado raíces, uniéndoseles más tarde nuestra madre Caridad Batista de Jorge, siendo las principales comadronas (parteras) del hospital Charles Theodore Georg.

Por ello cabe decir que: "la mayoría de los macorisanos nacidos entre los años 40 y 60, nacieron en sus manos". ¡Que levante la mano alguno de ellos! En ese entonces, los doctores y practicantes del hospital eran la atracción de las muchachas y los reyes de las conquistas.

El hospital era el centro que lo movía todo en San Pedro. ¿Cómo permiten los macorisanos que se le quite el nombre de Charles Theodore Georg al hospital que llevaba su nombre? ¡Macorís no tiene con qué pagarle al venerado doctor todo lo que hizo por el pueblo!

En el Macorís de los 40, encontramos una ciudad esplendorosa, limpia, de gente brillante y amistosa; recogimos por primera vez los caracoles y uvas de sus playas, y escuchamos el crujir abrumador de sus olas.

Fuimos testigos de los últimos aterrizajes de aviones acuáticos en la Avenida del Puerto, un jardín sembrado de claveles, paseo y sitio favorito, de donde divisar los hermosos veleros que zarpaban o regresaban con su pesca de la madrugada.

Ya no se ven los expertos pescadores de entonces, con sus remos al hombro y sus saltas de pesca'o colora'o. Como en el Macorís de ayer el tránsito vehicular era mucho menor, se paseaban entonces los cangrejos y makeyes por la ciudad, por lo que el gran don Paco Escribano decía que para hacer la cena sólo había que poner los plátanos a hervir, y sentarse en la puerta de la calle con un bate, a esperar que los cangrejos pasaran.

Algo que no se puede dejar de mencionar, bastante chocante para nosotros los recién llegados, eran los grupos de niños detrás de los marineros de barcos de guerra norteamericanos que arribaban al puerto, pidiendo monedas o colillas de cigarrillos. Tal vez por la miseria y escasez de la época, se les veía a veces descalzos y sin camisa, en su medio inglés de muelle gritar: "Mitel, Mitel, gui-mi cigaré,gui-mi cigaré, plis".

Por las frecuentes visitas de esas naves y su tripulaciones, eran frecuentes los desfiles de estos, hacia los bares y burdeles de La Arena. Ese famoso centro de desahogo y diversión, que prácticamente se encontraba dentro de la ciudad, no sólo era frecuentada por los distinguidos visitantes, sino también por la juventud y señores serios y respetables de la ciudad.

En el ámbito de la educación, tuvimos la suerte de caer en las mejores escuelas, que aún siendo unos forasteros recién llegados, nos codeamos con la élite del pueblo, donde recibimos la enseñanza de prominentes y recordados maestros.

En la Escuela Anexa, entonces en la calle Aurora- continuamos nuestros estudios primarios, terminándolos cuando se encontraba la escuela frente al Parque Salvador; el área del parque frente a la puerta principal de la iglesia, era nuestra única cancha para jugar pelota con pelotas de goma, por supuesto.

Nos consideramos afortunados de haber recibido los ejemplos y enseñanzas de doña Blanca Patín de Garrido, directora; y las profesoras Flavia Coradín, Cecilia Rojo (Cilita), Mirtha Paniagua, Norca Pedemonte y Ofelia Moreau Durán.

La Profesora Zunilda Gómez, nunca le dio clases al grupo de nosotros, pero era la maestra de quien todos estábamos enamorados; "era una estrella", con el perdón de Toñin, su hermano. La Escuela Anexa, como escuela experimental, y dependencia de la Escuela Normal José Joaquín Pérez, estaba bajo la tutela de la profesora Cochén Brea, fuerte y estricta como una roca; nadie se atrevía a salirsele de la línea.

De mis compañeros, sólo voy a nombrar sus apellidos, por no tener la autorización de usar sus nombres. Ellos y ellas son: Alarcón, Haché, Soto, Casasnovas, Medina, López, Robles, Escoto, Rojo, Mercedes, Lluberes, Figueroa, Caram, Ruíz, Guzmán, Peña, Daguendó, Frías, Sanlley y De la Rocha.

Otros condiscípulos, uno de nuestra edad y el otro tal vez un año mayor, en un año escolar más avanzado eran: René del Risco Bermúdez y Antonio Canto (Toñito) E.P.D., Patojo Guerrero, Toñin Gómez, Chumbi Durán y Amador Cisneros.

Asímismo, quiero recordar y rendir homenaje póstumo a: Mimi Espinal, Carlos y Frank Molina, Melba Robles E.P.D.

Según recuerdo, el Cuerpo de Bomberos de San Pedro, era el único cuerpo de bomberos del país, con su propia banda de música, seguramente reforzada con músicos de la Banda Municipal. Tenía un distinguido cuerpo de voluntarios, encabezado por don Fello Kidd, quedando demostrado el existente alto grado de civismo y servicio comunitario. Todavía, me parece escuchar la sirena de las 12, del legendario y majestuoso cuerpo de bomberos.

Por su lado, la gran Banda de Música Municipal, bajo la dirección de los hermanos Mariano y Cocolin Arredondo, que nos deleitaba los jueves y domingos, durante las famosas vueltas al parque, fue la cuna de grandes músicos petromacorisanos.

El dragado del rio Higüamo, fue una de las odiseas a que fue sometido el pueblo de Macorís. La labor encomendada por El Jefe a Félix Benítez Rexach, mantuvo la ciudadanía al jaque durante largos meses. Las gigantes tuberías, sin hacer caso al impacto ecológico que tendrían, fueron colocadas desde el rio, cruzando la calle Sánchez y otros puntos hasta descargar su drenaje en el Potrero de Mallén, quedando éste convertido en una especie de superficie lunar, donde sólo los mosquitos podían estar. El olor a azufre y el ruido de las tuberías 24 horas al día, no dejaban dormir a nadie.

Otra de las inconveniencias y dolores de cabeza que tenía la ciudad, era el transito incansable de las locomotoras de los ingenios azucareros, que por el hecho de traer el azúcar a almacenar al muelle, interrumpían todo el tránsito de la calle de los rieles, cerrando el paso peatonal y vehicular hacia Miramar. Muchas muertes fueron causadas por esas locomotoras. Varias generaciones no llegaron a vivir eso, por lo tanto no saben de lo que estamos hablando.

A raíz de nuestra llegada, era la época de oro de "Los Guloyas", con Teófilo Shiverton (Primo) como jefe supremo y artífice de la coreografía que hasta hoy se conoce. Veníamos de la tierra del Perico Ripia'o, pero no duramos mucho en ser contagiados por la flauta y el redoblante del pegajoso ritmo de las islas. Fue por la nueva cultura de los Cocolos, que pudimos conocer el juego de Cricket, pensando a principio que se trataba de un juego de pelota con un bate aplanado.

Esos emigrantes de las islas inglesas del Caribe, de costumbres familiares, eran gentes de categoría en su conducta social y religiosa. Otro de los beneficios derivados de esa cultura, fue también la receta del famoso yaniqueque o Johnny's Cake, and ¡May God bless them for bringing the Guavaberry too!

Al principio, tuve que sobreponerme y hacer frente a las bromas de los compañeros que me preguntaban si en el Cibao había luz eléctrica y si habían llegado los carros; yo, felizmente les contestaba: "¡Muchachos, no se olviden que el Cibao es lo que le da de comer a la república entera!"

No se quienes se acordarán del bañito de concreto y la hilera de matas de almendras del Caribe, como le decíamos a la avenida frente al mar. Que levanten la voz aquellos que jugaron en el Play Colora'o y en el solazo del play del muelle; quiénes hicieron trochas de lona y pelotas deshilando medias de mujer, y forrándolas con cinta adhesiva.

Macorís: se te ha ido la mayoría de tus hijos, pero el esplendor de tus bellos atardeceres y la fresca brisa de tu mar, te enarbolan aún majestuosa y siempre Sultana serás.

domingo, 16 de enero de 2011

asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, hubo una vez una revolución en Alemania


Hoy se cumplen 92 años del asesinato de la luchadora social alemana Rosa Luxemburgo

Por: Asociación de Medios Comunitarios Libres y Alternativos (ANMCLA)

La noche del 15 de enero de 1919 en Berlín, fue detenida Rosa Luxemburgo: una mujer indefensa con cabellos grises, demacrada y exhausta. Una mujer mayor, que aparentaba mucho más de los 48 años que tenía.

Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Eden le saludó con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo, "la rosa roja", "la judía".

Le insultaron: "Rosita, ahí viene la vieja puta". Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:

«¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!».

La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Fuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Pero uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien.

El hombre se llamaba Runge. El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él le habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Eden.

Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa. Se pudo escuchar en el hotel.

La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente al canal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta. Mientras se buscaba su cadáver, un Bertold Brecht de 21 años escribía:

La Rosa roja ahora también ha desaparecido.

Dónde se encuentra es desconocido.

Porque ella a los pobres la verdad ha dicho

Los ricos del mundo la han extinguido.



Pocos meses después, el 31 de mayo de 1919, se encontró el cuerpo de una mujer junto a una esclusa del canal. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio.


En el año 1962, 43 años después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había sido una "ejecución acorde con la ley marcial". Hace sólo nueve años que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas, fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht.


Aniversario del asesinato de la luchadora social alemana Rosa Luxemburgo

La actualidad del pensamiento de Rosa Luxemburgo

Escrito por: David Arrabalí. Mundo Obrero

(David Arrabalí es miembro del Consejo de Redacción de la revista Mundo Obrero y master en Materialismo Histórico y Teoría Crítica por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).)

"Qué extraordinario es el tiempo que vivimos", escribía Rosa Luxemburgo en 1906. "Extraordinario tiempo que propone problemas enormes y espolea el pensamiento, que suscita la crítica, la ironía y la profundidad, que estimula las pasiones y, ante todo, un tiempo fructífero, preñado".

Rosa Luxemburgo vivió y murió en un tiempo de transición, como el nuestro, en el que un mundo viejo se hundía y otro surgía de los escombros de la guerra. Sus compañeros intentaron construir el socialismo, sus asesinos y enemigos ayudaron a Adolf Hitler a subir al poder.

Hoy, cuando el capitalismo demuestra una vez más que la guerra no es un accidente, sino una parte irrenunciable de su estrategia. Cuando los partidos y organizaciones "tradicionales" se ven en la obligación de cuestionar sus formas de actuar ante el abandono de las masas. Cuando la izquierda transformadora aboga exclusivamente por el parlamentarismo como vía para el cambio social. Cuando nos encontramos ante una enorme crisis del modelo de democracia representativa y los argumentos políticos se reducen al "voto útil".

Hoy, decimos, Rosa Luxemburgo se convierte en referente indispensable en los grandes debates de la izquierda. No es sino su voz la que se escucha bajo el lema, aparentemente novedoso: "Otro mundo es posible". Ella lo formuló con un poco más de urgencia: "Socialismo o barbarie".

Su pensamiento, su compromiso y su desbordante humanidad nos sirven de referencia en nuestra lucha para que este nuevo siglo no sea también el de la barbarie.


Este sábado 15 de enero se cumplen 41 años del triple asesinatos de Juan, Malé y Serafín en Hato Mayor
MANUEL A. VEGA
atacando10@hotmail.com
HATO MAYOR.- Este sábado 15 de enero se cumplirán 41 años del secuestro y posterior asesinatos de los hermanos Serafín, Amado (Malé) y su compañero de infortunio Juan Zorrilla, tres prominentes jóvenes del movimiento revolucionario, que nació en Hato Mayor después del golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch.
Desde que el doctor Joaquín Balaguer ascendió al poder en las elecciones de 1966 hasta el 2005, fecha en que fueron asesinados los motoconchistas Mario Julio Castro Tolentino y Justino Sosa Vilorio, unos 10 crímenes y desapariciones de personas han quedado impunes en esta ciudad.
La causa principal de que no se hayan establecidos responsabilidades en esos hechos, podemos atribuirlo sin quizás a las debilidades e imperfecciones que aún hacen la democracia dominicana un sistema no garante del clima de libertad y de seguridad ciudadana.
Creemos que el miedo a enfrentarse a sectores de poder y, aún más, la falta de decisiones o voluntades reales y concretas para llegar hasta las últimas consecuencias en los crímenes espeluznantes o desapariciones en las últimas décadas, dar con sus autores y llevarlos a juicios oral, público y contradictorio, sigue siendo y será por muchos tiempos un caldo de cultivo para que al paso del tiempo esos repudiables hechos sigan produciéndose en esta ciudad y los autores intelectuales y materiales sigan exhibiéndose como perros por sus casas, por las calles de Hato Mayor.
LOS DESAPARECIDOS
Ningún caso ha dolido tanto y hecho recordar con horror a los hatomayorenses como el secuestro y posterior asesinatos de los hermanos Serafín, y Amado (Malé) Santana Vilorio y Juan Zorrilla, ocurrido el 15 de enero de 1970.
Salieron con un presunto amigo que más tarde los entregó a quienes ejecutaron el horrendo y triple crimen.
Jhonny Abud o Pedro Muñoz Escarramán fue el agente parapolicial utilizado por el gobierno de Balaguer como trampolín, para sacar a los jóvenes de la ciudad y luego asesinarlos
Antes de asesinarlos, sus captores sometieron a intensos “interrogatorios” a nuestros muchachos, que para entonces militaban en el Movimiento Popular Dominicano (MPD), y que se infiltraron o escudaron en el PRD, para poder desarrollar sus actividades revolucionarias.
Se ha dicho que entre los “interrogatorios” a que fueron sometidos los hermanos Santa Vilorio y su amigo Juan Zorrilla estaban: Una golpiza con una tabla que tenía muchos clavos cruzados, retorcimientos en sus extremidades superiores y la extracción con agujas de todas la sangre de sus cuerpos. A Serafín le fue cortada la lengua.
Informaciones aparecidas en los periódicos nacionales de la época, destacan que los jóvenes fueron torturados y extraída la sangre en el hospital “Señorita Elupina Cordero”, de Sabana de la Mar, y que el médico que cometió tan abominable hecho, de apellido Severino, lo hizo atendiendo órdenes de jefes militares y policiales de la época.
Juan, Malé y Serafín habrían muertos momentos después de haberle “chupado” la sangre de sus cuerpos y trasladados sus cuerpos a matorrales, a unos cuatro kilómetros, por la carretera que comunica a Sabana de la Mar con Miches.
Los cadáveres aparecieron putrefactos a los 29 días. Fueron descubiertos por el mal olor que ya expedían y el volar despejado del águila de rapiña conocida como “Laura”.
El día que aparecieron los cadáveres el presidente Balaguer se encontraba en la ciudad de Hato Mayor del Rey, indagando sobre la desaparición de los jóvenes y en actividades políticas. Al ser informado del hallazgo de los cadáveres se le recomendó retirarse de la ciudad.
La emisora Radio Comercial, que para la época era de los hermanos Brea Peña fue la que enteró a los hatomayorenses y al resto del país del hallazgo. El descubrimiento de los cuerpos sin vida de Juan, Amado y Serafín, provocó una tan grande actividad de protesta en el pueblo que los cuerpos castrenses del gobierno de Balaguer tuvieron que militarizar todos los barrios y salidas de la comarca.
Cientos de efectivos mixtos de la Policía y el Ejército Nacional fueron traídos a esta ciudad, procedentes de Higüey, El Seibo y San Pedro de Macorís, con el objetivo de contener la furia de un pueblo horrorizado por el triple crimen. Aún así hubo enfrentamientos entre estudiantes y agentes policiales en la cercanía del liceo César Nicolás Penson, donde estudiaban las víctimas.
Los cadáveres de Juan, Malé y Serafín no fueron vistos por sus familiares. No se sabe que hizo el régimen de Balaguer con los cuerpos, nunca se los entregaron a los familiares.
Durante los sangrientos 12 años del sátrapa Joaquín Balaguer Ricardo, se asesinó a muchas gentes por causas políticas. Se asesinaron dirigentes de partidos con orientación Marxista-Leninista-Maoísta, y de toda la oposición; dirigentes de clubes culturales, deportistas y porque a un jefe le caía mal un vecino.
Muchos de estos crímenes tuvieron resonancia en la opinión pública nacional e internacional, pero sin más nada, ya que en todos lo casos no se hizo justicia a los culpables de esos asesinatos políticos.

HABLA MANUEL DEL ROSARIO “Jhonny Abud o Pedro Rodríguez Escarramán, se llamaba el agente que infiltró el gobierno, para exterminar con la vida de los jóvenes que se habían enrolado al movimiento revolucionario, para extrañar al yanqui invasor y luego derrocar a Joaquín Balaguer Ricardo del poder, quien se había convertido en uno de los ejes principales de persecución contra la lucha revolucionaria en America”, expresa Manuel del Rosario, quien salvó la vida milagrosamente, porque el día que fueron secuestrados Juan, Malé y Serafín.
El día que desaparecieron los hermanos Santana Vilorio era jueves y en principio se pensó que fueron apresados frente a sus respetivas casas, situada en la calle San Esteban número 54.
En la época se aseguró que cuando iban a entrar a su residencia un individuo indio claro, de unos 6 pies de estatura, los llamó y lo condujo hacia un carro Volkswagen.
Se dijo que en la ocasión que Zorrilla y Yoni, este último el agente parapolicial, ya estaban dentro del vehículo.
Tras la desaparición de los jóvenes, los maestros y estudiantes del liceo César Nicolás Penson, donde estudiaba Amado Santana, paralizaron la docencia demandando la aparición de los jóvenes.
Jhonny Abud o Pedro Rodríguez Escarramán, era nativo de Fantino, Cotui, un municipio ubicado al nordeste del país.
El historiador y catedrático de la Universidad Central del Este (UCE), Manuel del Rosario, compañero de célula en la lucha revolucionaria del los tres desaparecidos, reveló a atacando digital., que el agente parapolicial se presentó a Hato Mayor con una carta del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), para que fuera protegido por los revolucionarios, en esta ciudad,
Recordó que Jhonny Abud, como en principio se presentó el infiltrado, llegó a mostrar sus dedos de pies y manos sin uñas, para hacer creer que el régimen de Balaguer lo había sometido a crueles torturas.
Para sacar a los muchachos de Hato Mayor, Jhonny prometió a los desaparecidos, que iba a conseguir armas, para enfrentar a asaltar el cuartel policial enfrentar al régimen de Balaguer.
En las reuniones de convencimiento para obtener las armas, el sujeto llegó a decir que vendría vestido de monja desde Samaná, para evitar ser descubierto por las fuerzas militares, que se veían por doquier.
Para el viaje a Samaná, en el cual irían los desaparecidos, se hizo una colecta de 300 pesos, cuyos recursos desaparecieron como los muchachos.
Al participar en el programa Atacando en radio, que produce el periodista, Manuel Antonio Vega por la emisora Caribe 95 FM, Manuel del Rosario, dijo que Hato Mayor debe rendir un tributo a los tres desaparecidos, gestionando ante las autoridades la construcción de una plaza con las efigies de Juan, Malé y Serafín, a quienes consideró paradigmas del movimiento revolucionario en la región Este.
Compartir Publicado por manuel antonio vega en 13:48
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir con Twitter
Compartir con Facebook
Compartir con Google Buzz 0 comentarios: