jueves, 27 de marzo de 2014

TOMAS ASTACIO ZORRILLA . FAMILIA VICINI Y PROPIEDADES.

POR: UBI RIVAS

Juan Bautista Vicini Lluberes es la figura visible que lidera Casa Vicini, el emporio más vetusto y poderoso que configura el mundo empresarial dominicano con 163 años de fundado el único que cotiza en la Bolsa de Wall Street, y sus declaraciones ofrecidas a la periodista cubana Alicia Ortega y vertidas en Hoy y Listín Diario del día cuatro de este mes, por su relevancia, merecen comentarse.
Aunque conocemos que el real rector de Casa Vicini es Juan Bautista Vicini Cabral (Gianni), percatado de su edad, 90 años, ha decidido pasar gradualmente la antorcha del relevo a su hijo Juan Bautista Vicini Lluberes (38 años). 

El bisabuelo de Vicini Lluberes, Juan Bautista Vicini Canepa, ingresó al país, procedente de Zoagli, Italia, en 1860, sin un céntimo en los bolsillos, contando 14 años de edad, iniciándose a trabajar como bañador de caballos y perros y oficios de campo en la finca de su pariente Luis Cambiaso, conforme relata el periodista Santiaguense Esteban Rosario en su obra El Grupo Vicini, El verdadero poder, Editoria Búho, octubre 2011, sin desperdicios (pág. 13), Vicini Canepa trabó migas con el presidente Ulises Heureaux, el terrible Lilís, y además de Santiago Michelena y Cosme Batlle Filbá, fueron los tres personajes que acuñaron el nacimiento de la oligarquía dominicana, nutriéndose de la nodriza del Estado complaciente dispensado por Lilís, y que en Vicini ha perdurado esa estrategia hasta hoy.

Los tres concedían préstamos a Lilís, siempre apurado por recursos para cubrir sus crecientes necesidades de sufragar un caliesaje difuso, profuso, difuso, peligroso, que le permitieron extender su tiranía rapaz y sangrienta por doce fatídicos años (1887-1899), hasta caer acribillado en un charco de sangre por cinco tiros tiranicidas de Ramón Cáceres en la tienda de su compadra Jacobo de Lara en Moca el 26 de julio del 1899.

Michelena y Batlle Filbá sucumbieron con el discurrir del tiempo, permaneciendo Casa Vicini, impertérrito, desafiando el paso de los años y dificultades en el descenso de los precios del dulce ocasionados en las dos guerras mundiales (1916-24 y 1939-45) en que los precios del dulce descendieron y luego experimentaron la competencia del azúcar de remolacha europea, acoplando las estrategias conforme a las reglas y los imponderables de la economía semoviente.

En una fecha imprecisa de 1960, el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo propuso a Juan Bautista Vicini Cabral, Gianni, ponerle precio a sus ingenios, y Gianni, un personaje discreto, que se maneja con un bajo perfil pretendiendo pasar inadvertido, sin conseguirlo, le respondió a el Jefe que con mucho gusto vendería sus ingenios, pero que tenía que ir a Nueva York a procurar los títulos que tenía depositados en un banco.
Se fue, no regresó hasta después del ajusticiamiento del déspota, y propició la conspiración final junto a los cancerberos de la CIA en Washington D. C. que acabaron con el tirano, no con su sistema, hasta el advenimiento al poder del presidente Antonio Guzmán (1978-1982).

En el discurrir de las declaraciones citadas de Vicini Lluberes, éste precisó, entre otras expresiones, concerniente a si tendría pretensiones políticas, respondió: “Yo no le huyo a ninguna responsabilidad”, dejando abierta la eventualidad de asumir esa responsabilidad, como su tío-abuelo Juan Bautista Vicini Burgos, Presidente de la República (1922-1924), que logró la transición para que los US Marines abandonaran al país que ocupaban desde 1916.

Casa Vicini siempre ha recibido el apoyo de todos los gobiernos menos el de Trujillo, (Esteban Rosario op. cit. pág. l5), que le confiscó sin compensación las tierras cañeras donde se asientan hoy los ensanches Ozama, Espaillat, Luperón y Gualey, (Esteban Rosario, op. cit.


ágina l05), y Gianni Vicini le tenía guardada para su momento la respuesta a El Jefe, que se manifestó conforme consigné. Esteban Rosario describe op. cit. páginas 117-120, como la ley 23 del 10 de mayo de 1963 que fijaba precios topes de exportación para el azúcar y la ley 5664 del 22 de mayo 1963 que obligaba a los exportadores entregar las divisas al Banco Central para cambiárselas por pesos que estaba a la par con el dólar, determinaron el derrocamiento del presidente Juan Bosch, leyes que Donald Reid Cabral, primo de Gianni Vicini Cabral, presidiendo El Triunvirato espurio, anuló.

Casa Vicini no es solo productora y exportadora de azúcar, sino que ha diversificado sus operaciones en acero (Metaldom) turismo(hotel Don Juan en Boca Chica y Las Carabelas en El Morro de Montecristi), agua purificada (Planeta Azul), helados (Bon), leche (Rica), banca (Banco del Progreso), energía eléctrica de gas natural y eólica con 900 magas (Ege Haina, Quisqueya II, Los Cocos (eólica en Pedernales), AES Los Minas (gas natural), Itabo I y II (carbón) y Punta Catalina en Barahona, con inversión de US$300 millones o RD$l3 mil millones al 43xl; Listín Diario (mayor accionista), Radio Listín y Radio Cristal.


Vicini Lluberes expresó en esas declaraciones su amistad con el presidente Danilo Medina antes de éste ser gobernante

.Ninguna consorcio en el país dispone de una diversificación de inversiones tan amplia y masiva como Vicini, ni siquiera extranjero, que el entonces presidente Leonel Fernández amplió concediéndole la franquicia de explotar el puerto de Sans Souci en la margen occidental de Santo Domingo para atracar cruceros, y si tanto poder económico resultaría siempre inocuo para garantizar el control financiero del Estado dominicano y sus potestades constitucionales soberanas.

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